14 ago 2016

Emigrante



Les juro que es algo más que tristeza, es rabia lo que siento cuando, día tras día, oigo y veo el drama de los emigrantes. Los españoles expulsados por la crisis y la mala gestión política de nuestro país. Y los que huyen de una muerte segura en sus países de oriente medio. Rabia porque parece que en España la memoria histórica es demasiado frágil. Falta corazón y coraje en nuestra clase política, entre los nuevos y los convencionales. Me hierve la sangre, mucho. Algo he de hacer. Será que soy hijo de un emigrante, digno y honrado. Malditos sean quienes nos quitan la ilusión y quieren seguir quedándose con nuestro país, sin nosotros. Dos vídeos que sirvan de reflexión.