16 jun 2012

Historias de la Casa Rosa


Es como conocemos el edificio de la Diputación Provincial de Cádiz aquellos que somos de aquí, del sur. Las historias que corren estos días por internet confirman lo complicado que está siendo el intento, por ahora es eso, del equipo de Pepe Loaiza de desmontar una compleja red de intereses tejida a lo largo de tres décadas de gobierno socialistas o, más bien, de algunos socialistas para ser totalmente justos.


Hay de todo, hasta cartas espeluznantes de funcionarios que piden permanecer en el anonimato donde me relatan el ascenso meteórico del super empleado del año. Una de dos, o desmontar, destejer el entramado es sumamente difícil, o simplemente Loaiza lo ha constatado y se deja mecer por el suave murmullo de quienes aprecian más el bolsillo que la ética, aunque sean legales sus actos.

Sin problemas se vive mejor, pero complicado está siendo, pensemos bien porque Loaiza es un hombre con valores y principios, incapaz de hacer daño a nadie a sabiendas, sobre todo sabiendo lo que sabe el aludido. ¿Miedo? nada de eso, el oficial Loaiza no tiene miedo. Ni las gentes honestas tampoco. Esas son las mejores, estimado Pepe. No lo olvides.