19 mar 2006

EA, las letras del tesoro del PP


Las siglas de Rodrigo Rato coinciden con las del R&R (rock & roll), un estilo musical que junto a las técnicas orientales de meditación y el cariño de los suyos, hicieron posible que uno de los valores más sólidos del PP no se derrumbara tras no ser designado sucesor por Aznar. Hoy, Rato es el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), una de las máximas autoridades mundiales. Su más fiel reflejo en España se llama Esperanza Aguirre. Si me quedaban algunas dudas, las despejé anoche en la entrega de premios del Club Liberal 1812 de Cádiz. El galardón se lo entregó Eduardo Zaplana, el mejor púgil que tiene el PP ahora mismo. Por lo que no le queda más remedio que esquivar los cañonazos que recibe desde el nuevo régimen de los chicos del maíz La presidenta de Madrid infunde confianza, no pierde los papeles (aunque llueva a los pies del Monumento a Las Cortes de Cádiz o se caiga de un helicóptero que nunca debió tomar con Rajoy).

EA gana en las distancias cortas, es buena conversadora. A Rato le pasaba lo mismo, lo que ocurre es que más de media España no se llegó a enterar porque no hubo tiempo de contarlo. Solbes bebe de sus fuentes, gestiona su herencia económica con desigual éxito ante tanto ministro manirroto y le debe más de una. Al grano, Esperanza Aguirre es liberal y presidenciable. Lo que ocurre es que Rajoy también iba en el mismo helicóptero. Y el gallego es largo, avanza lento y la pena es que no logra desembarazarse de los que le frenan estúpidamente cuando no deben. Retales de un equipo que Aznar debió sustituir antes de la debacle.


Probablemente Rajoy lea este comentario (dice que usa este portal para acceder a la informacíón), por eso, que sepa que cada vez que se suelta el pelo, echa mano de su clásico humor gallego e impone sus ideas con seriedad y respeto (incluso a algún sabihondo periodista televisivo), diciendo las verdades del barquero, a muchos españoles se les erizan los pelos de la espalda y ponen cara de velocidad. Realmente han sido dos años horribles los que han pasado. Rajoy tiene que dar alguna alegría de vez en cuando a los que no les queda más remedio que acordarse de la madre que los parió. Y las madres siempre son lo mejor de la vida. Ahora bien, los hijos, los hijos...